Nuestra Historia

 

 

Hola! Mi nombre es Francisca, tengo 37 años, soy casada hace 12 y tengo tres niños, Emilia de 8 años, Sofía de 5 años y Lucas de 2 años. Soy arquitecto y el 2016, cuando Emilia tenía 8 meses nació Uma.

Uma es una marca de calzado ergonómico para niños inspirada en mis hijos. Su historia está totalmente conectada con todo lo que viví al convertirme en madre, por lo que resulta esencial contar mis experiencias para entenderla.

Siempre quise ser tener hijos, pero no fue fácil. Emilia nació gracias a una In Vitro, luego de años luchando contra la infertilidad por causa desconocida. Al mes de vida, empezó con síntomas que me dejaron desconcertada y angustiada. Estaba constantemente molesta y llorando. Nada la calmaba, era como si estuviese en guerra con su propio cuerpo. Como mamá primeriza esto me afectó muchísimo ya que no sabía que estaba ocurriendo ni cómo solucionarlo.

Uno como mamá trata de proteger a su bebé como puede, quieres calmarlo, abrazarlo, pero Emilia odiaba ser tocada y contenida. 

Empezaron las visitas al pediatra y los miles de exámenes. Le diagnosticaron APLV y AAM severo. Era la primera vez que escuchaba sobre esta condición, y el pediatra me indicó seguir una dieta estricta para resolverlo. Sentí alivió ya que teníamos una solución, pero el tiempo pasó y ella empeoró.

Llegó un punto que ya no di más porque pasaban los meses y Emilia no mejoraba. Decidimos ver una segunda opinión a sus 5 meses. Fue cuando me enteré que existían formulas especiales como alternativa a la dieta. Hicimos el cambio de inmediato y yo busqué ayuda psicológica y psiquiátrica ya que todo el proceso me había dejado muy deprimida, con ansiedad extrema y ataques de pánico. En esos años no existía tanta información disponible de las alergias, ni estaba de moda exponerlo en redes sociales, por lo que todo lo que sabía era lo que me decía el pediatra.

Me inscribí en un curso de costura para distraerme y salir de mi casa. Se dio todo muy natural. Aprendí a coser rápido y me puse a confeccionar cosas que la Emi necesitaba, como baberos, cintillos y accesorios.

No estaba en mis planes emprender, pero tenía clarísimo que no podía dejar a Emilia. Aún me quedaban algunos meses de post natal, así que decidí empezar a vender los accesorios que confeccioné. Con Emilia de 8 meses nace Uma.

Lentamente Emilia empezó a mejorar y Uma me sirvió para darme contención, distracción y un espacio para sanar mis heridas.

Cuando Emilia cumplió un año renuncié a mi trabajo de arquitecta y decidí dedicarme a Uma desde casa para poder estar con ella. Oficialmente era una mamá emprendedora de accesorios de bebé y estaba decidida a hacerlo funcionar.

Pasó un año, Uma crecía y también las ganas de crecer la familia. Tenía un embrión congelado, y programamos la transferencia para marzo del 2018. Para sorpresa de todos, ese mes me había embarazado de manera natural de mi segunda hija, Sofía.

Fue un embarazo muy difícil, tuve Hiperémesis Gravídica, la cual me dejó todo el embarazo en cama e incluso pasé un período hospitalizada. Todo esto me generó depresión pre parto. Se acercaba la fecha de parto y mi ansiedad y angustia crecían debido al pánico que tenía de volver a tener un hijo con alergia y revivir la historia de la Emi.

En octubre del 2018 nació Sofía. También le diagnosticaron alergia, pero yo ya sabía qué hacer. A sus tres semanas de vida empezamos con fórmula especial y el cambio fue instantáneo. Ella era una guagua feliz, que me enseñó a disfrutar la maternidad.

Me detengo a pensar a veces cómo fue que ella haya llegado justo cuando iba a usar mi embrión congelado. Las vueltas de la vida son realmente increíbles. Todo lo que viví desde mi infertilidad hasta que nació Sofía me cambiaron para siempre. Si bien dejó heridas que nunca van a sanar, me dejó este maravilloso emprendimiento que me dio un propósito y un nuevo significado a mi vida.

El 2019 Uma siguió creciendo, abrimos nuestra primera tienda, y todo iba de maravilla. Seguimos aumentando nuestra línea de productos y debido al éxito empezamos a trabar con un taller que confeccionara nuestros productos que hasta entonces hacia yo sola.

Esto nos permitió aumentar la oferta de productos y el 2020 empezamos a hacer ropa e incorporamos una línea de calzado ergonómico para bebés. La pandemia no nos frenó y en Septiembre abrimos nuestro primer showroom/oficina al público.

Pero la historia sigue! Y da unos giros muy inesperados y emocionantes. El 2021 mi marido Ferdinand dejó su trabajo en una multinacional en la que llevaba 11 años para unirse a Uma y llevarlo a otro nivel. Queríamos vivir de este sueño y hacerlo crecer lo más posible. Y no solo eso! contra todo pronóstico y totalmente fuera de mis planes, me embaracé por tercera vez! No lo podía creer, lo mejor? De un niño!

Fue un año decisivo y tomamos la decisión de especializarnos en los zapatos ergonómicos. Si bien llevábamos años ofreciendo otros productos, fue en el calzado donde encontré mi verdadera pasión y vocación. No existía nadie que ofreciera este tipo de zapatos en Chile, así que nos tocó educar al respecto y ganarnos la confianza de todas las madres que hasta ese minuto usaban un tipo de zapato completamente diferente. 

Mientras todo esto ocurría, mi guata crecía y volví a revivir las cosas difíciles de mi embarazo anterior, la hiperémesis y depresión pre parto. La diferencia es que esta vez yo me anticipé a que esto sucedería, me empoderé y busqué un nuevo equipo médico cuya máxima preocupación no sólo fuera mi bebé sino mi propia salud física y mental. Todo iba bien hasta que empecé con amenaza de parto prematuro a las 25 semanas. Tuve que estar en cama hasta que Lucas nació, justo el día que cumplí las 36 semanas. Nació grande y sanito, y me robó el corazón.

Fue un periodo sumamente difícil, tuve que aprender a delegar mucho de Uma para cuidar de Lucas, que además fue diagnosticaron con alergia alimentaria al igual que sus hermanas. Creí que lo controlaría rápido gracias a mi experiencia, pero no fue así. Lucas ha sido mi bebé con peores síntomas de alergia, y sus primeros meses de vida fueron sumamente difíciles.

El 2022 fue un año donde nos hemos propuesto crecer aún más, y si bien ha sido sumamente difícil hacerlo con un nuevo bebé, el hecho que Uma sea una empresa familiar y que mi marido sea mi mano derecha hacen posible lo imposible. Crecimos en tallas, en diseños y abrimos nuestra primera tienda propia en octubre.

En enero del 2023 decidimos cambiar nuestra logística a un centro de distribución que pudiera despachar nuestros pedidos de manera eficiente y rápida. También viajamos a China a conocer nuestra fábrica y a hacer realidad nuestra futura línea de zapatos de adulto, fue un viaje espectacular donde pudimos conocer todo lo que está detrás de la creación de un zapato, desde el diseño, la confección, etc. En Julio nos mudamos a una tienda mucho más grande, ya que la anterior nos quedó pequeña, y en Noviembre llegó nuestra primera colección de adultos.

A futuro queremos expandirnos más en tallas de adulto, hacer una línea de hombre y explorar otros mercado en Latinoamérica y Estados Unidos. Estamos siempre innovando y testeando nuevos materiales y diseños de manera de poder ofrecerles una gran oferta de calzado y que siempre encuentren su favorito.

Cuando se trabaja desde el corazón, en familia y sacas de tus hijos la inspiración, el cielo es el límite. 

Un abrazo!

Francisca, Ferdinand, Emilia, Sofía y Lucas