Nuestra Historia

 

¡Hola! Mi nombre es Francisca, tengo 35 años, soy casada hace 11 y tengo tres niños, Emilia de 7 años, Sofía de 4 años y Lucas de 1 año. Soy arquitecto de profesión y el 2016, cuando Emilia tenía 8 meses nació Umababy.

Umababy partió como una marca de accesorios y ropa inspirada en Emilia, pero hoy estamos 100% dedicados al calzado ergonómico. Su historia esta totalmente conectada con todo lo que viví al convertirme en madre, por lo que resulta esencial contar mis experiencias para entenderla.

Siempre quise ser tener hijos, pero no fue fácil. Emilia nació gracias a una In Vitro, luego de años luchando contra la infertilidad por causa desconocida.

Al mes de vida, empezó con síntomas que me dejaron desconcertada y angustiada. Estaba constantemente molesta y llorando. Nada la calmaba, era como si estuviese en guerra con su propio cuerpo. Como mamá primeriza esto me afectó muchísimo ya que no sabía qué estaba ocurriendo ni cómo solucionarlo.

Uno como mamá trata de proteger a su bebé como puede, quieres calmarlo, abrazarlo, pero Emilia odiaba ser tocada y contenida.

Empezaron las visitas al pediatra y los miles de exámenes. Le diagnosticaron APLV y AAM severo. Era la primera vez que escuchaba sobre esta condición, y el pediatra me indicó seguir una dieta estricta para resolverlo. Sentí alivió ya que teníamos una solución, pero el tiempo pasó y ella empeoró.

Llegó un punto que ya no di más porque pasaban los meses y Emilia no mejoraba. Decidimos ver una segunda opinión a sus 5 meses. Fue cuando me enteré que existían formulas especiales como alternativa a la dieta. Hicimos el cambio de inmediato y yo busqué ayuda sicológica y psiquiátrica ya que todo el proceso me había dejado muy deprimida, con ansiedad extrema y ataques de pánico.

Me inscribí en un curso de costura para distraerme y salir de mi casa. Se dio todo muy natural. Aprendí a coser rápido y me puse a confeccionar cosas que la Emi necesitaba, como baberos, cintillos y accesorios.

No estaba en mis planes emprender, pero tenía clarísimo que no podía dejar a la Emilia. Aún me quedaban algunos meses de post natal, así que decidí empezar a vender los accesorios que confeccioné. Con Emilia de 7 meses nace Umababy.

Lentamente Emilia empezó a mejorar y Uma me sirvió para darme contención, distracción y un espacio para sanar mis heridas.

Cuando Emilia cumplió un año renuncié a mi trabajo de arquitecta y decidí dedicarme a Umababy desde casa para poder estar con ella. Oficialmente era una mamá emprendedora de accesorios de bebé y estaba decidida a hacerlo funcionar.

Pasó un año, Uma crecía y también las ganas de crecer la familia. Tenía un embrión congelado, y programamos la transferencia para marzo del 2018. Para sorpresa de todos, ese mes me había embarazado de manera natural de mi segunda hija, Sofía.

Fue un embarazo muy difícil, tuve Hiperemésis Gravídica, la cual me dejó todo el embarazo en cama e incluso pasé un período hospitalizada. Todo esto me generó depresión pre parto. Se acercaba la fecha de parto y mi ansiedad y angustia crecían debido al pánico que tenía de volver a tener un hijo con alergia y revivir la historia de la Emi.

En octubre del 2018 nació Sofía. También le diagnosticaron alergia, pero yo ya sabía qué hacer. A sus tres semanas de vida empezamos con fórmula especial y el cambio fue instantáneo. Ella era una guagua feliz, que me enseñó a disfrutar la maternidad.

Me detengo a pensar a veces cómo fue que ella haya llegado justo cuando iba a usar mi embrión congelado. Las vueltas de la vida son realmente increíbles. Todo lo que viví desde mi infertilidad hasta que nació Sofía me cambiaron para siempre. Si bien dejó heridas que nunca van a sanar, me dejó este maravilloso emprendimiento que me dio un propósito y un nuevo significado a mi vida.

El 2019 Uma siguió creciendo, abrimos nuestra primera tienda, y todo iba de maravilla. Seguimos aumentando nuestra línea de productos y debido al éxito empezamos a trabar con un taller que confeccionara nuestros productos que hasta entonces hacia yo sola.

Esto nos permitió aumentar la oferta de productos y el 2020 empezamos a hacer ropa e incorporamos una linea de calzado ergonómico para bebés. La pandemia no nos frenó y en Septiembre abrimos nuestro primer showroom/oficina al público.

Pero la historia sigue! Y da unos giros muy inesperados y emocionantes. El 2021 mi marido Ferdinand dejó su trabajo en una multinacional en la que llevaba 11 años para unirse a Uma y llevarlo a otro nivel. Queríamos vivir de este sueño y hacerlo crecer lo más posible. Y no solo eso! contra todo pronóstico y totalmente fuera de mis planes, me embaracé por tercera vez! No lo podía creer, lo mejor? De un niño!

Fue un año decisivo y tomamos la decisión de especializarnos en los zapatos ergonómicos. Si bien llevábamos años ofreciendo otros productos, fue en el calzado donde encontré mi verdadera pasión y vocación. ¿Porqué? empecé a usar este calzado en versión adulto y fue una experiencia totalmente reveladora.

A los 10 años tuve mi 1er dolor de espalda. Fue el comienzo de lo que serían 23 años donde esos dolores condicionarían mi vida por completo. Suena fuerte, y lo fue. Pasé por varios diagnósticos y tratamientos en mi infancia, ninguno realmente resultó. Con los años los dolores eran cada vez más invalidantes, pero fue normalizado.

A los 18 años tuve al fin un diagnóstico real, 3 hernias lumbares severas, con artrosis y varias otras cosas complicadas. Desde entonces mi vida se volcó a la kinesiología y el ejercicio. A los 21 se sumaron dolores de cadera y una operación. Aún así, sufría siempre que debía estar de pie en reuniones sociales, parada en filas, viajes en avión, caminatas, estar sentada mucho rato, etc. Me lo sufrí todo en mis embarazos, hasta mi propio matrimonio me dejó tan adolorida que me limitó toda mi luna de miel.

Vivía con antiinflamatorios, y me compraba siempre las zapatillas con la amortiguación MÁS grande, que creía sostenían mi "débil" cuerpo. Luego se sumaron los dolores de rodilla y vivía contracturada. Realmente no puedo describir el impacto que todo esto tuvo. No existía una versión de mi sin la sombra de mis dolores crónicos.

Cada año era menos lo que podía hacer. Pero en la pandemia cuando dejé de usar zapatos, dejé de ir al sagrado gimnasio y empecé a usar zapatos minimalistas, todo cambió. Ya van casi dos años y nunca más he tenido un dolor. No estaba buscando esto cuando los compré, solo quería sentir lo mismo que nuestros niños.

Regalé todos mis zapatos "tradicionales" y el resto ya es historia. Hoy esto es mi pasión porque cambió mi vida y la de nuestros niños y no me cansaré jamás de difundirlo.

No soy médico ni especialista, esto es mi experiencia. Quién sabe si desde pequeña se hubiese tomado otro rumbo con mis dolores, hoy todo sería distinto.
Y es que muchos de los problemas que nos aquejan en la adultez tienen su semilla en nuestra niñez y no nos damos cuenta. Si tu hijo se queja de dolor en alguna zona de su cuerpo, escúchalo!

Hoy camino, subo cerros, ando en avión y todo lo que quiera libre de dolor y preocupación. Mis vida ya no se define por el dolor, soy libre.

El 2022 fue sido un año donde nos hemos propusimos crecer aún más, y si bien fue sumamente difícil hacerlo con un nuevo bebé, el hecho que Uma sea una empresa familiar y que mi marido sea mi mano derecha hacen posible lo imposible.

Hemos crecido en tallas, en diseños y abrimos nuestra primera tienda propia en octubre. A futuro queremos expandirnos a tallas de adulto y explorar otros mercado en latinoamerica y Estados Unidos.

El 2023 se viene con muchas sorpresas....

Cuando se trabaja desde el corazón, en familia y sacas de tus hijos la inspiración, el cielo es el límite. 

Un abrazo!

Francisca, Ferdinand, Emilia, Sofía y Lucas